domingo, 14 de agosto de 2011

Ganamos de guapos

Hoy los argentinos nuevamente dirimimos nuestras diferencias ideológicas en las urnas.
No fueron elecciones finales, solamente fueron primarias.
Primarias peculiares porque ninguno compitió contra otro de su mismo partido, pero la ley es la ley y hubo que joderle la vida a millones de argentinos para cumplirla.
Alguno que otro puso en juego si posición al competir contra otro, pero eso sólo se dio en puestos menores o donde el kirchnerismo, fiel a su postura permanente de traicionar a los que le son fieles, puso a competir entre si a personajes patéticos como lo son Schioli y Sabatella en la pcia. de Buenos Aires.
¡Ganó Cristina! dice los titulares estilo catástrofe en la TV.
Entonces cabe la pregunta.
¿A quien le ganó?
La permanente venta de espejitos de colores que hace el gobierno para que la gilada siga confundiendose, es llamativa.
Lo que más preocupa es que haya personas que crean en el triunfo ?¡¡?¡?¡?¡?¡?
Escuchando una conversación en la fila para votar, un señor le pretendía explicar a una señora que tenía que ir a votar a la mesa femenina.
La señora por el contrario le decía que esa era la mesa que le correspondía. El señor por su parte, seguía fiel a su recomendación, hasta que la señora ya sin paciencia le dijo en voz alta y fuerte...¿NO SABE QUE SE UNIFICARON LAS MESAS GRACIAS A MI PRESIDENTA CRISTINA?
Todos los que estabamos en la fila nos dimos vuelta al escuchar ese comentario. Entonces otra señora salió de la fila, se acercó a la presidente de mesa y señalando a la señora que acababa de decir eso le dijo que el voto sería cantado por lo que no debía dejarla votar.
De inmediato y sin saber de donde salieron, rápidamente nos vimos rodeados de personas de diferente sexo, contextura física y años que a viva voz le gritaban a la señora denunciante que era una fascista.
De más esta decir que la presidente de mesa no dijo ni mu y la señora gritona votó sin dificultades protegida por un grupo pretoriano de ciudadanos que con cara de "aca vota igual", nos miraba amenazante.
El soldado, armado hasta los dientes, se limitó a mirar la escena y recien se retiró una vez que la gritona expresó su voluntad cívica en la urna.
Cuando me tocó mi turno de votar, le dije a la presidente de mesa que si no tenía coraje para hacer valer su responsabilidad no estaba capacitada para cumplir con el rol que se le asignaba. La pobre mujer me miró con ojos llorosos y me dijo, casi en voz baja, si a ud. le ponen un cuchillo en la panza seguramente habría hecho lo mismo.
Reflexión final: ESTE ES EL EFECTO DEL MODELO QUE PRETENDE IMPONER EL GOBIERNO K.
Ciudadanos ejerciendo el rol de policía ideológica y ciudadanos que no tienen la protección que necesitan.
Veremos cuando se de vuelta la tortilla.

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