martes, 16 de junio de 2009

Mentime que me gusta

Finalmente la realidad supera a la ficción.
El gobierno K, despotrica en contra de los medios de comunicación que lo critican, para ello y para que la gente se entere utiliza los medios de comunicación.
Extraña paradoja, pero que hasta el momento no tiene otra alternativa, salvo que compren un multimedio y editen sus propias noticias, tal como lo hace su amigo Chavez.
Sin embargo, cuando la Locutora dijo que era más cinéfila que televidente y que no veía a Gran Cuñado, por supuesto, nadie le creyó.
Pero no es porque sea cinéfila o porque no le gusten los programas cómicos, sino porque un programa de actualidad no debe pasar desapercibido por quienes gobiernan y especialmente cuando en el mismo, se los parodia.
Alejarse una vez más de la gente parece ser la manera de diferenciarse y de parecer más "chic" o más intelectual, un error más de esta gente que utiliza a la gente para encaramarse sobre ella, es decir pisarla.
Copiar, no está mal cuando lo que se copia es para mejorar la performance propia. Esta máxima japonesa y ahora china, es la que aplica Capricheytor y la Locutora.
Primero fue Micheti la que les dio la idea de las testimoniales y ellos copiaron.
Después fue De Narvaez con su visita a Gran Cuñado y copiaron mandando a Massa.
Ayer fue Scioli y después ¿irá Capricheytor?
El programa de Tinelli evidentemente les da razones para preocuparse y por eso están preocupados.
Estar o no estar esa es la cuestión.
Si no están, aparecen como amargos, lentos, opacos, tristes, antipáticos.
Si están, aparecen como payasos, irresponsables, oportunistas, papeloneros.
¿Entonces que hacer?
Este aparente dilema se sanja simplemente siendo como uno es y representando el rol que le corresponde.
Es decir, a los políticos hay que juzgarlos como políticos y no como cómicos.
Si un político resuelve no ir a ese programa cómico, no hay que reprocharle nada.
Pero si resuelve ir, entonces que se haga cargo de las consecuencias.
La gente quiere pan y circo desde los tiempos de Roma, entonces si la gente juzga a un político como se lo representa en un programa cómico, seguiremos teniendo los políticos que supimos conseguir.
No nos quejemos y nos engañan porque somos nosotros los que propiciamos el engaño.
Mentime que gusta.
Ya un filósofo de Lomas de Zamora lo dijo hace unos años, "no hay nadie más mentiroso que un político en campaña?

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