martes, 8 de diciembre de 2009

Sin dignidad

Cuando un hombre pierde la dignidad, ya no es hombre.
Scioli no es hombre y no me refiero a su falta de atributos masculinos porque nunca lo vi mear, me refiero a su esencia como persona.
Su proyecto de perdurar en el gobierno a toda costa lo puso como la persona más servil e indigna de la historia del país.
En Argentina hubo personajes siniestros y también los hay hoy día, pero indignos por su propia voluntad creo que pocos por no decir ninguno.
Hasta los más humildes trabajadores carentes de un salario digno, mantienen inalterada su condición de personas de bien.
El Gobernador de la Pcia. de Buenos Aires, Daniel Scioli carece de dignidad y vergüenza a su mujer y a su hija.
Es inaceptable que un representante del pueblo, alguien que fue votado para que administre una provincia, la más importante en cuanto a cantidad de habitante y de presupuesto, tenga, por su dignidad, tan poca estima o ninguna.
Al estar al servicio de Kirchner y a los alocados caprichos de este personaje siniestro , no hace más que corroborar que no sabe nada de política y que llegado el caso será pateado por Capricheytor cuando ya no le sirva más a sus intereses.
Si alguna vez pensó que podía llegar a ser presidente, ya quedó a millones de años luz de esa posibilidad. Su imagen desgastada como político y carcomida por la ambición de Capricheytor, no le sirve para nada.
Personas como esta no debieran estar al frente de una gobernación ni de ninguna empresa en la que se deban tomar decisiones sin esperar la opinión de nadie.
Pero por algo una persona deja pisotear su dignidad, quizás sea por dinero ya que por ambiciones políticas no será porque en cuanto termine su mandato será sepultado por la ingnorancia de la gente.
El títere bonaerense le hace mucho mal al partido.

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