viernes, 16 de abril de 2010

El país real

El país real de La Locutora es el día a día nos brinda un sin número de situaciones que el común denominador de los ciudadanos no entendemos.
La real manera que tiene el gobierno en desoir el mensaje de las urnas del 28 de junio de 2009, la real manera de menoscabar al Congreso anunciando un DNU en las propias caras de los legisladores reunidos el día de la inauguración de las sesiones ordinarias, la real forma de obrar, mandando un DNU y ordenes a la empleada que tiene el ejecutivo en el Bco. Central, que le ha servido de "pont" para llegar al destino que querían.
Realidades reales, que hacen que el país virtual que ella critica, sea un cuento de hadas.
La real realidad que necesita la sociedad argentina, es que el gobierno se dedique a gobernar y deje de buscar ganar en las mínimas controversias que a nadie le interesan y que pocos entienden.
Lo real es que el congreso debe legislar para todos los argentinos y no para el poder Ejecutivo solamente.
Las necesidades son de los argentinos y no del poder ejecutivo.
Se necesita que los energúmenos de la FUBA dejen asumir al decano de la Universidad sin hacer el escándalo que hacen cada vez. Que la estúpida que se subió al escritorio de la mesa directiva en el acto de asunción, deje de hacerse la intelectual y se dedique a estudiar en serio, porque, sálveme Dios si tengo que caer en manos de semejante psicóloga el día de mañana.
Se necesita que la gente que vive desamparada en la calle, pueda conseguir un techo digno.
Que los beneficarios de planes NO trabajar, trabajen. Que la cosecha se pueda levantar con mano de obra argentina, pero para eso los vagos que perciben esos planes deben dejar de estar panza ariba en sus casas y vayan a cosechar, porque el trabajo dignifica.
Que la Cansillería abra los ojos a tiempo y que deje de armar reuniones para que la Locutora pueda hacer loby para que el vago de su marido, Capricheytor, pueda acceder a la UNASUR.
Que el mal educado de Anibal Fernandez se de cuenta que es eso, un mal educado y que solamente hace la pata ancha porque tiene el poder de su lado, pero se olvida que alguna vez, que será pronto, estará en el llano nuevamente.
El país real, no es el del INDEC, no es el del pago de la deuda.
El país real es el que necesita trabajo, seguridad, salud, libertad de expresión, que los derechos de los humanos se apliquen a todas las víctimas exclusivamente.
El país real es otro y no el que ve la Locutora.

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