La vida nos da muchas veces la oportunidad de ver personajes que solamente se ven una sola vez en la vida.
Quienes conocieron a Parravichini (yo no) dicen que era un tipo absolutamente descontracturado y un avanzado para la época.
Los que conocimos al negro Olmedo, no hemos visto otro igual desde que se fue de gira.
En materia política ocurre lo mismo, Alem, Peron, Palacios como para nombrar los íconos del pensamiento político argentino y más acá en los tiempos, Alfonsin, para nombrar a los ya no están y los que todavía pululan por ahí, la historia dirá como se los verá cuando ya no estén.
Sin embargo hay algunos personajes que se distinguen por otras cualidades que no son precisamente el pensamiento político, sino que lo hacen desde una posición mucho más frívola y superficial.
Lo hacen desde su adoración al personalismo propio.
Lo hacen desde su posición de relevancia gestada por ellos mismos.
Una amigo decía que esos duran lo que un pedo en un canasto.Un poco guaso mi amigo pero muy descriptivo.
Estos personajes, paulatinamente van perdiendo imagen y pasan a ser grotezcas caricaturas.
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