Los diputados y senadores kirchneristas se transformaron en múltiples cómplices de los actos de corrupción que caracterizan al gobierno K.
Todos ellos están bregando febrilmente para que las declaraciones Sadous en el Congreso se hagan públicas.
Una de las alternativas para que esta conducta tenga algo de justificativo, es que buscan ensuciar la causa para que esas declaraciones devengan en inválidas al ser publicadas.
La otra es que pretenden con ello amedrentar a los empresarios y testigos que puedan aportar datos que compremeterían seriamente a la Locutora y Capricheytor y sus secuaces.
Pero eso no es todo, los senadores y diputados están haciendo todo lo posible para tapar lo que sucede en Venezuela con los negociados turbios encabezados por el gobierno K.
Entonces cabe una reflexión, son ellos cómplices de estas conductas delictivas?
¿Es acaso la ideología política más fuerte que los principios sobre la honestidad y honorabilidad de las personas?
¿será quizás que todos conforman una gran banda?
Para los kirchneristas parece que si.
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