domingo, 1 de noviembre de 2009

¿Destituyentes?

La vieja costumbre Argentina de conspirar para sacar al gobierno que no satisface nuestras necesidades, parece volver a atener cuerpo.
¿Cuando aprenderemos los argentinos que la DEMOCRACIA es la solución a nuestros problemas?
La dirigencia política disimula sus intenciones y mantiene su discurso democrático, pero no ceja en el intento de cambio.
La dirigencia empresaria está más dividida.
Por un lado los que permanentemente se acomodan a la sombra del gobierno de turno, ¿alguien mencionó a Demendiguren?, ah, me pareció.
Por otro lado están los que esté quien esté en el gobierno siempre buscan al sucesor entre quienes los puedan favorecer.
La ciudadanía se enrola en alguna corriente, según su pensamiento político, pero entre todos hacen que poco a poco se vaya gestando una idea.
Así sucedió en el 76 cuando la sacaron a Isabel Perón. Igual situación en el 89 cuando Alfonsin tuvo que entregar el gobierno antes de tiempo. Lo mismo pasó cuando en el 2001 lo sacaron a De La Rua. Es decir los eternos destituyentes conspiran para sacar al gobierno y poner al que mejor le calza a sus intereses.
Pero de lo que no se dan cuenta, se se cavan su propia tumba y esta es cada vez más profunda.
Voltear un gobierno democrático es un retroceso enorme en la historia del país y está claro que no es el camino idóneo.
Si un gobierno no satisface nuestras necesidades, debemos marcarle los errores, descubrir sus malas intensiones y obligarlos a enderezar el rumbo, pero jamás debemos volver al cambio compulsivo.
El gobierno de los Kirchner, los dos en sucesión familiar, no son de mi agrado y de eso he dado muestras de mil maneras diferentes, pero no está en mi mente la posibilidad de un cambio que no sea a través de las urnas.
La democracia se mejora con más democracia, no con un golpe de estado.
Tengamos en cuenta que ya hemos pasado por gobiernos totalitarios y en nada nos han favorecidos, ya sea porque nos llenaron de deudas, recordar el crecimiento de la deuda externa durante el gobierno militar del 76 al 83, y que además de llenaron de muertos y desaparecidos, alrededor de 8.600, ...¿ah que fueron 30.000?. Bueno hay que reeditar el libro Nunca Más donde por más esfuerzo que hacen no logran superar los 9000 casos. ¿Por que se empeñan, los que defienden solamente una parte de los humanos con derechos, en decir que son 30.000?...¿cosa rara no?
Entonces muchachos, dejense de conspirar, no vale la pena, nadie es eterno y estos que hoy están en el gobierno, ya se irán, solamente hay que esperar a las nuevas elecciones y sobre todas las cosas votar bien.
No dejarse llevar por los espejitos de colores que nos puedan pintar.
No escuchar las frases democratizantes, hay que analizar la trayectoria de los candidatos. Ver cual es su origen. Analizar cual ha sido su paso por el Estado.
No comprar gente con buen discurso.
Hay que quedarse con los que tienen una idea clara y posible, no tengamos más utopías que las propias para nuestro progreso personal, pero para las ideas políticas quedémonos con los que nos pinten ideas posibles, no faraónicas. Paso a paso, dijo un filósofo futbolero y le levantaron una estatua.

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