viernes, 4 de julio de 2008

Jugar a la democracia

Estamos asistiendo nuevamente al juego de la democracia.
El proyecto de las retenciones finalmente pasó al Congreso y ahora todos los personajes que allí pululan se entretienen dando sesudos discursos, mientras otros personajes charlan, hablan por celular, se ríen, salen, entran, se hacen señas con algunos que están en los balcones, dormitan, leen vaya a saber uno que cosas, etc, etc.
¿Para que?
Los únicos que están atentos son los taquígrafos y hasta ahí nomas.
Después de lo que vimos en los pasados día, en la sala de comisiones, donde había un enjambre de individuos que querían ser protagonistas, el espectáculo en el recinto, es patético.
Todos saben que ese show es pur la galerie. Ya todos saben cual es el final de la película.
Entonces señores y señoras, ¿no es hora de cambiar el método?
¿Acaso los discursos de unos y otros podrán hacerle cambiar de idea al otro?
Todos saben que no.
Entonces señoras y señores, ¿no es hora de cambiar?
¿No sería mejor que obraran de acuerdo a sus auténticas convicciones y no seguir lo que les impone un sujeto que se arroga el poder?
Actuar según la propia conciencia los reivindicaría como personas.
Claro, seguramente pondrían menos viyuya en la bolsa.
Pero al menos podrían mirar a sus hijos a la cara sin ponerse colorados.

No hay comentarios: