sábado, 1 de diciembre de 2007

El Congreso, está?

El sistema político argentino debe ser modificado y de esa manera abaratar costos.
El Art. 1 de la Constitución Nacional dice: La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la presente Constitución.
El gobierno federal se integra por el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.
Cada uno con facultades, derechos y obligaciones de manera que ninguno de ellos pueda gobernar sin la participación y complemento de los otros. De esta manera se garantiza el carácter democrático del mismo.
Dicho esto, me pregunto si el modo de gobernar de los últimos gobiernos democráticos y constitucionales no se desvirtúa con la realidad.
Desde el gobierno de Menem hasta el actual de Kirchner, todos pidieron leyes especiales para suplantar al Congreso en tareas que la Constitución le tiene reservada.
¿Los legisladores, tienen sangre en las venas?
¿Puede el partido político pasar por encima de la dignidad del hombre o mujer que ocupa una banca?
¿Los legisladores son títeres del poder ejecutivo, del Presidente?
La moda de ocupar la responabilidad del Congreso o de hacer que éste trate los proyectos de ley que el Ejecutivo le de la gana, son una práctica deleznable.
En el Congreso se debe debatir ideas y propuestas que surjan de los propios legisladores, porque para eso fueron elegidos y para se les paga y para eso tienen protección de la ley para que nada ni nadie lo moleste por sus opiniones.
Sin embargo, el Presidente le da la orden de dejarle la responabilidad de hacer su tarea y el legislador le obedece bajando la cabeza vergonzosamente.
A la pregunta si son títeres, la respuesta es si, lo son.
Según los versos de Almafuerte, ...te te sientas vencido ni aún vencido... habla de un canto a la dignidad y al coraje.
Cuando el Presidente le da la orden de votar una ley que seguramente va en contra de sus propias convicciones como persona, el legislador esta cediendo su dignidad en favor de algo que no es superior a su conciencia.
El legislador agacha la cabeza y accede. Triste papel de una persona que seguramente tiene hijos, esposa.
¿Podrá mirarlos a la cara y decir que cumplió con su deber?
El legislador pierde su dignidad en pos de un acto que dice ser superior. Nada puede ser superior a la dignidad y convicción de una persona.
Ahora la Presidenta electa ,Cristina, que cuando era legisladora se opuso a la ley de poderes especiales a otros Presidentes, no se opuso cuando se la consedieron a su marido Nestor, porque curiosamente se encontraba ausente.
Ahora Cristina la pide para su propia gestión, puede cambiar tan facilmente una persona de pensamiento?
Para que si, se puede.
Cuando le conviene dice que no, cuando le conviene dice que si.
¿Para que quiere un Presidente gobernar con esos poderes especiales?
Si es tan necesario que gobierne con esos poderes especiales, entonces porque no se elimina el Congreso y de esa manera ahorramos mucho dinero o lo volcamos en favor de los más necesitados.
Siendo tan necesario que gobierne con poderes especiales, deja que pensar que de esa manera podrá hacer cosas sin dar explicaciones, cosa que el Jefe de Gabinete , Fernandez hizo solamente dos veces en los últimos cuatro años, cuando tiene la obligación de hacerlo todos los meses.
Los legisladores que deben exigirle que lo haga, nada dicen. ¿Títeres?
¿No será que la propia población que votó le exija el cumplimiento de sus obligaciones tal como dice la Constitución?
REFLEXIONEMOSLO

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