Capricheytor y el lacayo

Este es un cuento de fantasía, si hubiera alguna similitud con personajes de la vida real, es a propósito. Estaba Capricheytor mirando la TV donde pasaban las aventuras de una ciudadana en tierras hermanas, rodeada de otros personajes, tramando, digo tratanto temas de interés propio, digo de interés público. Estre esas desventuras, ve que estaban todos esos personajes reunidos y formados como para sacarse una foto y de pronto aparece por un costadito una figura conocida. Esa figura era de la ciudadana, que en aparente apuro por llegar y fingiendo pedir disculpas, se coloca en el lugar que le había sido asignado y todos se sacan la foto. Cambia de canal y encuentra a otro grupo de personajes, menos emperifollados, que estaban reunidos tratando un tema de interés nacional. Entonces se queda mirando, se acomoda en su sillón y escucha que uno de esos personajes, tambien le resultaba conocido. Claro, se dijo para si mismo, ese es mi lacayo. Mirá vos al lacayo, exclamaba casi en vos baja. Y si, era nomás el lacayo. Se había subido a una tribuna para hablar y le hablaba a otros personajes que en estos días se le pusieron de punta a la persona que ganó las últimas elecciones presidenciales. Capricheytor pensaba, ... a mi no me hubieran hecho esto. Mientras tanto, el lacayo hablaba asumiendo el rol de representante del gobierno. Entonces Capricheytor, se levantó de su sillón, caminó unos metros, agarró el celular y efectuó un llamado. En el lugar donde estaba la ciudadana sonó un celular. Alguien atendió, se puso pálido y le acercó el aparato a la ciudadana, ésta abrió sus grandes ojos hasta donde el maquillaje se lo permite, cortó la comunicación y dijo, nos volvemos ya.