miércoles, 28 de mayo de 2008

Otra vez sopa...pero con ingredientes

El de Gualeguaychu, pidió disculpas. Es de caballero y correspondía hacerlo, no hay que confundir la investidura presidencial con la persona. La función Presidencia de la Nación, no es mentirosa.
El gobierno sigue sordo y mudo. Ojalá que se vuelva paralítico.
La persona que ganó las últimas elecciones presidenciales, comparó a las madres de los guerrilleros muertos con los del campo.
Claro que no es lo mismo, un hijo es mucho más importante que unos dólares, pero lo mismo le cabe a los muchachos del camión o los metalúrgicos, o los del estado, o cualquier otro gremio cuando, con el propósito de conseguir algo, rompen todo y patotean a cualquiera que se le ponga adelante.
El pez por la boca morirá.
Capricheytor llamó a reunión y ahora se verá quien es quien.
Los que fueron votados por el pueblo, ¿le responderán al pueblo o al partido?
¿Que buen tema? Como diría el personaje de la Peluquería.
El dilema constitucional comienza a ponerse nuevamente sobre la mesa.
¿Son golpistas y desestabilizadores los del campo?
¿Es irresponsable el gobernante que pretende ganar la pulseada sin importarle el bienestar de la Nación?
¿Es más importante ganarle a un gringo desacatao que pensar en recaudar para el bien de todos los argentinos?, como le gusta decir a la que ganó las últimas elecciones presidenciales.
Cuando en todos los países, incluso los del primer mundo, se subsidia al campo para que entren divisas, acá se lo castiga con mayores impuestos. País al revés.
Lo curioso que uno de los que ahora bregan por poner a los campo de rodillas, en el 2003 presentó un proyecto de ley para derogar las retenciones agrícolas y eso que solamente eran del 8%. Gente oportunista.
Mueran los salvajes unitarios, viva la Santa Federación. Esto se gritaba en la época del Restaurador.
Tendremos que volver a revisar la historia y el sistema federal de redistribución. El gobierno central, cualquiera que sea, no debe concentrar semejante poder y mucho menos hacerse de leyes especiales para maniatar a los gobernadores e intendentes.
El gobierno central debe procurar que haya trabajo genuino en cada provincia, crear las condiciones para que haya industrias, comercios y que el campo sea un generador de ingresos para todos.
Ah, para los muchachos peronistas.
Ojo con Capricheytor, no vaya a pasarles como a los radicha con Fernando.

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