martes, 6 de mayo de 2008

Yo señor, no señor...

Hecharle la culpa al otro es un acto reflejo natural en el ser humano. Desde chicos lo hemos hecho y esconder la realidad es otro acto de defensa natural.
Claro está que cuando estos actos lo realizan personas con extrema responsabilidad, se transforman en actos de extra irresponsabilidad.
La persona que ganó las últimas elecciones presidenciales, ayer, le hecho la culpa de la inflación a los productores y los empresarios.
Algo de cierto hay en sus dichos, pero también es cierto que las medidas económicas trazadas son responsables de los resultados.
Hubo otras épocas en que las medidas económicas fueron buenas, pero como la credibilidad del gobierno estaba en cero, nada servía. Ahora pasa igual.
Pero claro, si hay gente que "ha tenido mucha suerte" en sus negocios por efecto de las medidas económicas, debemos concluir que para el común de los habitantes, esas medidas les han traído "mala suerte" y para el propio gobierno también, porque no le dan el resultado querido.
La inflación crece, principalmente por la desconfianza. La gente tiene miedo de quedarse sin lo primordial y entonces compra lo que puede. El productor se protege mezquinando y no lanza al mercado sus productos, que escacean. El comerciante hace lo propio y entonces el precio sube. Pero si todos ellos tuvieran confianza en las medidas del gobierno, nada de eso pasaría.
El tándem presidencial, cree que todo lo puede y se equivoca. Y en la medida que Nestor siga metiéndose la señora será solamente un figura decorativa y todos nosotros quedaremos pintados.
Ah, el ministro de economía, ¿ya asumió?



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