Locademia de conductores

El gobierno se empecina en querer doblegar a los productores agropecuarios en una puja enloquecida digna de personas desequilibradas. La persona que ganó las últimas elecciones presidenciales y Nestor, en ejercicio tácito del poder, llevarán al país a perder protagonismo en el concenso mundial en materia de carnes y cereales. Los gobernadores e intendentes afines al gobierno serán cotautores de la ecatombe, si no ponen coto a la situación. Igual responsabilidad le cabe a los senadores y diputados que por una cuestión de fidelidad partidaria y amantes de la billetera, están en un constante sicristinismo y sinestirmo muy peligroso. Poco apego a su propia dignidad tienen los que apoyan sin más al tándem destructor. La popularidad de la persona que ganó las últimas elecciones presidenciales, lejos de caer como dicen los expertos, ha crecido a niveles muy importantes. Si, aunque parezca lo contrario, ahora un 70% de la población habla constantemente de ella y destaca su acción de gobierno. No, no me volví loco, ese 70% la putea con ahinco y se ha vuelto muy popular, al menos muchos son los que la tienen en su conversaciones. Ahora, claro está que si hablamos de imagen positiva, sólo un 30% aprueba la gestión. Brasil dejará de comprar trigo argentino, los mercados de carne en Asia y medio oriente, nos están cambiando por otros proveedores más confiables. Entonces donde está el meollo de todo este lío. ¿Que busca el gobierno detrás de la pelea con el campo? ¿Que jugada está preparando y que todavía no nos dimos cuenta? Por lo pronto, está claro que los negocios con empresas multinacionales, sigue viento en el vagón de cola. El tren bala ya generó casi 700 millones de dólares de deuda y todavía no se puso un tornillo.